Cómo hacer fideos de huevo caseros: Receta fácil y auténtica

¿Te encanta la cocina asiática? Pues una de las bases de muchos de sus platos más conocidos son los fideos de huevo. Aunque estamos acostumbrados a comprarlos secos o frescos, prepararlos en casa es más sencillo de lo que parece y el resultado es espectacular. Hoy te guiamos paso a paso para que consigas unos 400 gramos de fideos caseros perfectos.

Ingredientes necesarios

Para elaborar aproximadamente 400 gramos de fideos de huevo necesitarás:

  • 200 gramos de harina de trigo común.
  • 10 gramos de maicena (harina fina de maíz).
  • 2 huevos tamaño L.
  • 1 cucharada sopera de aceite vegetal (girasol o uno suave).
  • Media cucharadita de sal fina.
  • Un cuarto de cucharadita de bicarbonato sódico (opcional, ayuda a la textura).
  • 1 cucharada sopera de agua (solo si la masa queda muy seca).

Preparación previa y consejos

Antes de meter las manos en la masa, ten en cuenta estos puntos:

  • Mezcla de secos: Es importante integrar bien los ingredientes secos (harina, maicena, sal y bicarbonato) para asegurar una masa homogénea. Unas varillas o un simple tenedor te ayudarán.
  • Integración húmedos: Añade los huevos batidos poco a poco. La cantidad de líquido puede variar ligeramente según el tamaño de los huevos o la capacidad de absorción de la harina. El aceite se añade después para dar elasticidad.
  • Amasado: El amasado es clave. Los primeros 10 minutos desarrollan el gluten, dando estructura. El reposo relaja la masa, facilitando el estirado posterior. El segundo amasado corto termina de afinar la textura.
  • Estirado: Busca una lámina fina y uniforme. El grosor (entre 1 y 2 mm) dependerá de tu gusto. Enharina bien la superficie y la masa para que no se pegue al estirar ni al cortar.
  • Corte: La precisión no es crucial, pero intenta que las tiras sean de un grosor similar para una cocción pareja.

Receta paso a paso

1. Preparación de la masa

En un bol grande, mezcla la harina, la maicena, la sal y el bicarbonato sódico (si lo usas). En otro recipiente más pequeño, bate ligeramente los dos huevos. Haz un hueco en el centro de los ingredientes secos y vierte los huevos batidos poco a poco mientras vas integrando con una mano o una espátula. Cuando estén incorporados, añade la cucharada de aceite vegetal. Si notas la masa excesivamente seca y que no liga, añade la cucharada de agua.

2. Amasado y reposo

Empieza a trabajar la mezcla con las manos dentro del bol hasta que los ingredientes se unan y puedas formar una bola que apenas se pegue. Vuelca la masa sobre una superficie de trabajo limpia y ligeramente enharinada. Amasa vigorosamente durante unos 10 minutos. La masa debe quedar lisa y elástica. Forma una bola, envuélvela en film transparente o cúbrela con un paño húmedo y déjala reposar a temperatura ambiente durante 20 minutos.

3. Segundo amasado y división

Pasado el tiempo de reposo, descubre la masa y amásala de nuevo sobre la superficie enharinada durante unos 5 minutos más. Notarás que está más manejable. Para facilitar el estirado, divide la masa en porciones iguales (2 o 3 suelen ser manejables).

4. Estirado de la masa

Toma una porción de masa (mantén el resto cubierto para que no se seque) y, con ayuda de un rodillo, estírala sobre la superficie bien enharinada. Trabaja desde el centro hacia los bordes, girando la masa a menudo, hasta obtener una lámina muy fina, de aproximadamente 1 o 2 milímetros de grosor. Enharina bien la superficie de la lámina estirada.

5. Plegado y corte

Existen varias formas de plegar la masa para cortarla:

  • Plegado simple: Dobla la lámina por la mitad varias veces sobre sí misma, como si fuera un libro, asegurándote de que hay harina entre las capas para que no se peguen.
  • Plegado encontrado: Dobla los dos extremos opuestos de la lámina hacia el centro. Luego, vuelve a doblar por la mitad. Este método facilita la separación posterior de los fideos.

Una vez plegada la masa, utiliza un cuchillo afilado para cortar tiras del grosor deseado. Puedes hacerlos finos tipo vermicelli o más anchos tipo tagliatelle.

6. Separación y uso

Despliega con cuidado las tiras cortadas y sacúdelas suavemente para separar los fideos y eliminar el exceso de harina. Ya tienes tus fideos de huevo caseros listos para cocer y usar en tus recetas favoritas, como salteados (wok), sopas o ensaladas. Recuerda que los fideos frescos cuecen mucho más rápido que los secos, generalmente en 2-4 minutos en agua hirviendo con sal.

¡Disfruta del sabor auténtico de la pasta casera!