Panceta de cerdo china crujiente: un plato lleno de sabor y textura

135 minutos de tiempo de preparación y 90 minutos de tiempo de cocción - 2 personas
Plato principal de la cocina China

Ingredientes:

  • 1 kg de panceta de cerdo (cortada en trozos de unos 2 cm de grosor)
  • 2 cucharadas de sal
  • 2 cucharadas de vinagre blanco
  • 1 cucharadita de cinco especias chinas
  • 1 cucharadita de pimienta negra
  • 2 cucharadas de aceite vegetal
  • 2 cucharadas de salsa hoisin
  • 2 cucharadas de miel

Pasos:

Salpimentar y marinar la panceta

Seca bien la panceta con papel absorbente y haz unos cortes superficiales en la piel con un cuchillo afilado. Frota la sal por toda la superficie de la carne, incluyendo los cortes. Coloca la panceta en una bandeja o fuente con la piel hacia arriba y rocía el vinagre por encima. Deja reposar en la nevera durante unas 2 horas para que se seque la piel y se impregne del sabor.

Cocinar la panceta al vapor

Precalienta el horno a 180ºC y prepara una olla grande con agua hirviendo. Mezcla el cinco especias chinas con la pimienta negra y espolvorea sobre la carne, evitando la piel. Coloca la panceta en una rejilla o vaporera que quepa dentro de la olla y cubre con papel aluminio. Coloca la rejilla sobre la olla con el agua hirviendo y tapa con una tapa ajustada. Cuece al vapor durante una hora o hasta que la carne esté tierna.

Dorar la panceta en el horno

Saca la panceta del vapor y sécala con papel absorbente. Mezcla el aceite vegetal con la salsa hoisin y la miel y pinta la piel de la panceta con esta mezcla. Coloca la panceta en una bandeja de horno forrada con papel vegetal y hornea durante unos 30 minutos o hasta que la piel esté crujiente y dorada. Vigila que no se queme y da la vuelta a la carne a mitad de cocción para que se dore por ambos lados.

Servir la panceta

Corta la panceta en trozos pequeños y sírvela caliente o fría, acompañada de arroz blanco, verduras al vapor o ensalada.

Conclusión:

La panceta de cerdo china crujiente es una receta que te hará disfrutar de una carne tierna, jugosa y llena de sabor. La piel crujiente contrasta con la suavidad de la carne y le da un toque especial. Es un plato que puedes preparar con antelación y calentar en el momento de servir. Pruébalo y verás cómo te encanta.


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