Trucos para cocinar brócoli como un chef asiático

El brócoli, conocido en cantonés como sai laan faa, a menudo no es la verdura favorita de los niños (ni de algunos adultos). Sin embargo, con la preparación adecuada, puede transformarse en un plato delicioso y lleno de nutrientes. En esta receta aprenderás:

  • A seleccionar y lavar correctamente el brócoli.
  • El secreto para lograr una textura crujiente.
  • El método de salteado con ajo y jengibre para potenciar el sabor.

Sigue estos pasos y prepara en casa un brócoli salteado al estilo chino que te hará cambiar de opinión sobre esta verdura.


1. Cómo elegir y lavar el brócoli

Selecciona un brócoli de calidad

  1. Tallos cortos: Evita las piezas con tallos excesivamente largos.
  2. Capullos verdes: Asegúrate de que los floretes estén bien cerrados y sean de color verde intenso, sin partes amarillentas.
  3. Consistencia firme: Un brócoli demasiado duro puede estar pasado; busca uno que sea firme, pero no reseco.

Lavado previo

  1. Prepara un bol con agua limpia y añade 1 cucharada de sal.
  2. Coloca el brócoli con la parte de los floretes hacia abajo para eliminar cualquier impureza o pequeños insectos que puedan esconderse.
  3. Deja en remojo de 3 a 5 minutos, removiendo de vez en cuando para asegurarte de que el agua penetra en todas las ramas.
  4. Enjuaga bien bajo el grifo para quitar restos de sal y suciedad.
Consejo: Lavar antes de cortar ayuda a que el brócoli no retenga demasiada agua y resulte más fácil de manipular y cocinar.

2. Preparación y corte del brócoli

  1. Separa los floretes cortando o desgajando por el tallo. Evita cortar directamente la zona de los capullos para que no se desmoronen.
  2. Si algún florete es muy grande, divídelo por el tallo en lugar de cortar por los brotes.
  3. No deseches el tallo: quita la capa más dura con un pelador o un cuchillo y córtalo en rodajas finas. Es muy sabroso y añade variedad de texturas.

3. Ingredientes para el salteado

  • Brócoli limpio y cortado (2 ramilletes grandes).
  • 4 dientes de ajo, picados finamente.
  • 2 láminas de jengibre (unos 15 g), machacadas y picadas.
  • 1/2 cucharadita de sal.
  • 1 cucharadita de azúcar.
  • 1 cucharadita de caldo de pollo en polvo (opcional).
  • 1 cucharada de vino de cocina.
  • 1 cucharadita de salsa de ostras.
  • 2 cucharaditas de maicena, disueltas en 2 cucharadas de agua.
  • Aceite para cocinar.
Truco: Tener todos los ingredientes listos y medidos agiliza el proceso y garantiza un salteado rápido y eficaz.

4. Blanqueado del brócoli

  1. Calienta abundante agua en una olla o wok hasta que hierva con fuerza.
  2. Añade 1 cucharada de sal y 1 cucharadita de aceite al agua.
  3. Incorpora primero los tallos del brócoli (son más duros) y luego los floretes.
  4. Deja cocer alrededor de 3 minutos o hasta que el color se intensifique.
  5. Prepara un bol con agua muy fría (puedes añadir hielo) y, en cuanto el brócoli esté al dente, transfiérelo rápidamente para cortar la cocción. Esto ayuda a mantener el color verde brillante y la textura crujiente.
  6. Escurre el brócoli y reserva.
Si vas a saltear de inmediato y prefieres no detener la cocción, puedes omitir el paso del agua fría. Pero ten en cuenta que perderás un poco de color y firmeza.

5. Salteado con ajo y jengibre

  1. Calienta el wok (o sartén amplia) a fuego alto hasta que empiece a humear ligeramente.
  2. Baja a fuego medio y añade 1 cucharada de aceite.
  3. Sofríe primero el ajo durante unos segundos para que desprenda su aroma, pero sin que llegue a dorarse en exceso.
  4. Añade el jengibre picado y remueve.
  5. Incorpora el brócoli bien escurrido y sube el fuego a nivel alto.
  6. Añade 1 chorrito de vino de cocina por el borde del wok para que se evapore y dé sabor.
  7. Vierte la mezcla de salsa (sal, azúcar, caldo de pollo, salsa de ostras y maicena con agua) poco a poco mientras sigues removiendo.
  8. Ajusta la cantidad de salsa según tu preferencia. No es necesario usarla toda si prefieres un plato menos caldoso.
  9. Cuando la salsa espese ligeramente y el brócoli adquiera un brillo uniforme, agrega una cucharadita de aceite para darle un acabado suave y reluciente.
  10. Apaga el fuego y emplata.

¡Enhorabuena! Has preparado un brócoli salteado al estilo chino con ajo y jengibre capaz de convencer a quienes habitualmente evitan esta verdura. El secreto está en una buena selección, un lavado adecuado, el blanqueado para conseguir la textura perfecta y un salteado rápido a alta temperatura para potenciar los sabores.

Anímate a servir este brócoli con arroz blanco o como guarnición de tus platos de pollo o ternera. ¡Seguro que se convertirá en un imprescindible en tu recetario de cocina!