Wok de acero al carbono: 3 mitos que debes evitar para conservarlo en perfecto estado

El wok de acero al carbono es un utensilio esencial en la cocina oriental y, sobre todo, en la preparación de recetas salteadas. Sin embargo, es habitual que surjan dudas sobre su uso y mantenimiento, provocando que se cometan errores que pueden arruinar su superficie o afectar a su rendimiento. En este artículo descubrirás tres mitos muy extendidos que debes evitar para conservar tu wok en las mejores condiciones.

Mito 1: “Es obligatorio lavarlo con abundante jabón cada vez”

Muchos creen que, tras cada uso, el wok debe fregarse en profundidad con gran cantidad de jabón y estropajos metálicos. Sin embargo, este hábito puede deteriorar el “curado” que protege el acero al carbono, reduciendo sus propiedades antiadherentes y provocando óxido.

Cómo mantenerlo adecuadamente:

  • Después de cocinar, enjuaga el wok con agua caliente y una esponja suave.
  • Si hay restos muy adheridos, usa un cepillo de bambú o un estropajo no abrasivo con un poco de jabón suave.
  • Sécalo inmediatamente y aplica una ligera capa de aceite para proteger su superficie.

Mito 2: “Puedes guardarlo mojado sin problemas”

El acero al carbono es un material muy resistente, pero susceptible a la oxidación. Si dejas el wok húmedo o mojado, aunque sea durante poco tiempo, aparecerán manchas de óxido difíciles de eliminar.

Cómo evitar el óxido:

  1. Sécalo al fuego: una vez lo hayas lavado, caliéntalo unos segundos en el fuego para evaporar la humedad.
  2. Protección con aceite: aplica unas gotas de aceite vegetal y extiéndelas por toda la superficie para formar una película protectora.
  3. Almacenamiento en lugar seco: evita guardarlo en zonas con alta humedad o cerca de otros utensilios mojados.

Mito 3: “Si se pega la comida, hay que rascar la superficie”

Cuando algo se pega en el wok, existe la costumbre de rascar con utensilios metálicos o estropajos demasiado abrasivos, empeorando la situación y dañando la capa protectora.

Solución ante la comida pegada:

  • Rehidratación de la comida: vierte un poco de agua caliente o caldo y deja que la comida pegada se ablande.
  • Utensilios de madera o silicona: rasca suavemente con una espátula de madera o silicona para no dañar la superficie.
  • Refuerza el curado: si notas que el wok ha perdido parte de su capa antiadherente, límpialo bien y repite el proceso de curado (calentarlo con aceite).

Mantener tu wok de acero al carbono en buen estado no tiene por qué ser complicado si evitas estos tres mitos tan frecuentes. Recuerda no abusar del jabón, secarlo en profundidad y no rascar en exceso. Con el cuidado adecuado, tu wok te ofrecerá una superficie antiadherente de calidad y te permitirá disfrutar de la auténtica cocina oriental durante muchos años.

¡Esperamos que estos consejos te ayuden a alargar la vida de tu wok y a disfrutar de recetas deliciosas!