Café con huevo vietnamita, receta exótica y cremosa

5 minutos de tiempo de preparación y 10 minutos de tiempo de cocción - 2 personas
Bebida de la cocina Vietnamita

Ingredientes:

• 6 cucharadas de café molido
• 400 ml de agua caliente
• 4 cucharadas de leche condensada
• 2 cucharadas de leche entera
• 2 yemas de huevo
• Canela en polvo para decorar (opcional)

Pasos:

Preparar el café

Lo primero que vamos a hacer es preparar el café. Para ello, podemos usar una cafetera tradicional, una italiana o una de émbolo, según nuestra preferencia. Lo importante es que el café sea fuerte y aromático, por lo que usaremos una proporción de 3 cucharadas de café molido por cada 200 ml de agua. Ponemos el agua a calentar y cuando hierva, la vertemos sobre el café molido. Dejamos reposar unos minutos y luego filtramos el café con un colador fino o un filtro de papel.

Batir las yemas con la leche condensada

Mientras se hace el café, vamos a batir las yemas de huevo con la leche condensada. Para ello, usamos un bol pequeño y unas varillas eléctricas o manuales. Batimos hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa, sin grumos. Añadimos la leche entera y batimos un poco más para integrarla. Reservamos.

Calentar la mezcla de huevo

El siguiente paso es calentar la mezcla de huevo que acabamos de hacer. Para ello, usamos un cazo pequeño a fuego bajo o un baño maría. Calentamos sin dejar de remover hasta que la mezcla espese ligeramente y tenga una consistencia similar a la de una crema pastelera. No debemos dejar que hierva ni que se cuaje el huevo, solo que se caliente lo suficiente para formar una espuma.

Servir el café con huevo vietnamita

Ya tenemos listo nuestro café con huevo vietnamita. Solo nos queda servirlo y disfrutarlo. Para ello, repartimos el café caliente en dos tazas grandes o vasos altos. Con una cuchara, vertemos la espuma de huevo sobre el café, cubriendo toda la superficie. Podemos decorar con un poco de canela en polvo si nos gusta.

Conclusión

Esta receta de café con huevo vietnamita es una forma exótica y cremosa de disfrutar de esta bebida tan apreciada en todo el mundo. El contraste entre el sabor amargo del café y el dulzor del huevo es irresistible, y la textura espumosa hace que sea muy agradable al paladar. Es una receta ideal para desayunar o merendar, o para darse un capricho en cualquier momento del día. ¡Anímate a probarlo y sorprende a tus invitados con esta receta original!