Desmitificando los mitos alimentarios virales

Descubre la verdad detrás de los mitos alimentarios más populares. ¿Realmente funciona lavar el pollo o marinar la carne? Te contamos todo con pruebas científicas.

Desmitificando los mitos alimentarios virales

En la era digital, internet está lleno de respuestas al alcance de nuestra mano. Sin embargo, también está plagado de desinformación, especialmente en lo que respecta a la comida. Así que, ¿cómo podemos discernir la verdad sobre preguntas como: ¿debes lavar el pollo antes de cocinarlo? ¿O es realmente malo el glutamato monosódico (MSG)? Hoy vamos a poner a prueba estos mitos alimentarios utilizando la ciencia y la experimentación directa para descubrir si son mitos o hechos.

Mito 1: Tirar la pasta a la pared para saber si está cocida

¿Funciona?

Este mito sugiere que si lanzas pasta cocida a la pared y se pega, está lista. Para probarlo, cocí un poco de pasta y la tiré contra la pared en diferentes etapas de cocción. Resulta que la pasta que se pegaba estaba en realidad subcocinada, ya que aún estaba seca por dentro.

Conclusión

El mito es falso. La pasta debe probarse mordiendo un trozo para verificar su cocción.

Mito 2: Guardar el pan en la nevera previene que se ponga rancio

Prueba

Corté un pan por la mitad, envolví ambas mitades en plástico y dejé una en la nevera y otra a temperatura ambiente durante cuatro días. Ambas partes se volvieron rancias, aunque la parte refrigerada estaba un poco más suave.

Conclusión

El mito es parcialmente cierto. La refrigeración no evita que el pan se ponga rancio, pero puede ayudar a conservar algunas de sus mejores propiedades.

Mito 3: Lavar la sartén de hierro fundido con jabón elimina el curado

Prueba

Lavé una sartén de hierro fundido con jabón y otra solo con agua caliente, luego cociné un huevo en cada una. Ambos huevos se cocinaron sin problemas.

Conclusión

El mito es falso. Si la sartén tiene un buen curado, un poco de jabón no lo dañará.

Mito 4: Si el pollo está rosa, está crudo

Prueba

Cociné dos piezas de pollo, una curada ligeramente y otra solo con sal y pimienta. La pieza curada se veía un poco rosada, pero ambas estaban completamente cocidas según un termómetro de cocina.

Conclusión

El mito es falso. La única manera segura de saber si el pollo está cocido es medir su temperatura interna, que debe ser de 74°C.

Mito 5: Hay diferencia entre el lado brillante y el mate del papel de aluminio

Prueba

Cociné patatas en papel de aluminio, una cara brillante y otra mate. Ambas se cocinaron de manera similar.

Conclusión

El mito es falso. No hay diferencia notable en la cocción entre los lados del papel de aluminio.

Mito 6: Marinar la carne la hace más tierna

Prueba

Mariné una pieza de carne y otra solo la sazoné con sal y pimienta. Cociné ambas y probé su ternura.

Conclusión

El mito es falso. La marinada puede añadir sabor, pero no necesariamente hace que la carne sea más tierna.

Mito 7: El líquido rojo que sale de un filete es sangre

Prueba

No es sangre, sino mioglobina, una proteína que transporta oxígeno en los músculos.

Conclusión

El mito es falso. El líquido rojo en la carne cocida no es sangre.

Mito 8: Un batido es solo un batido si usas hielo

Prueba

Hice dos batidos, uno con hielo y otro con fruta congelada. El batido sin hielo era más espeso y tenía mejor en textura.

Conclusión

El mito es falso. Los batidos hechos con fruta congelada son más consistentes y sabrosos.

Mito 9: El MSG es malo para ti

Investigación

Los estudios muestran que el MSG no es perjudicial cuando se consume con moderación.

Conclusión

El mito es falso. El MSG es seguro en cantidades normales.

Mito 10: La pasta fresca es mejor que la seca

Prueba

Cociné pasta fresca y seca, ambas con mantequilla. Ambas eran deliciosas, pero la pasta seca tenía una mejor textura para la salsa.

Conclusión

El mito es falso. Tanto la pasta fresca como la seca tienen sus aplicaciones ideales.


Muchos de estos conceptos se originaron como mitos y cuentos de viejas, pero hoy la ciencia nos ayuda a entender mejor la cocina. Es esencial cuestionar y probar estos mitos para descubrir la verdad detrás de ellos. ¡Felices experimentos culinarios!