Cómo marinar carne estilo asiático para que quede súper tierna

Descubre la técnica infalible para marinar ternera o cerdo al estilo asiático. Consigue una carne increíblemente tierna y jugosa para tus salteados.

Velveting

¿Alguna vez te has preguntado cómo consiguen en los restaurantes asiáticos que la carne de ternera o cerdo quede tan increíblemente tierna y jugosa, incluso en salteados rápidos a fuego fuerte? El secreto no está solo en la calidad del corte, sino en una técnica de marinado específica, a menudo llamada velveting en inglés, que transforma la textura de la carne.

Hoy te desvelamos cómo aplicar este método en casa para que tus platos con carne salteada suban de nivel. Es un proceso sencillo que requiere pocos ingredientes y un poco de planificación, pero el resultado merece la pena.

Ingredientes para marinar tu carne

La base del marinado es similar para muchas preparaciones, especialmente tailandesas y chinas. Necesitarás:

Ingredientes base

  • Carne de ternera o cerdo: Unos 300-400 gramos, cortada en tiras finas o trozos pequeños, siempre en contra de la veta para facilitar la ternura.
  • Salsa de soja: 1 cucharada sopera. Usa una salsa de soja ligera si es posible.
  • Salsa de ostras: 1 cucharada sopera. Aporta un sabor umami profundo y un toque dulce.
  • Pimienta blanca molida: Una pizca generosa. Tiene un sabor distinto y más delicado que la negra.
  • Maicena (almidón de maíz): 1 cucharada sopera rasa. Ayuda a crear una capa protectora que sella los jugos.
  • Bicarbonato sódico: ¼ de cucharadita. ¡El ingrediente mágico! Alcaliniza la superficie de la carne, impidiendo que las fibras se contraigan y endurezcan al cocinarla. No te pases con la cantidad.

Ingredientes adicionales (Opcional, estilo Chino)

Para un toque más auténtico en recetas chinas, puedes añadir:

  • Vino de arroz chino (Shaoxing): 1 cucharadita. Aporta complejidad al sabor.
  • Aceite de sésamo tostado: ½ cucharadita. Ofrece un aroma característico delicioso.

Preparación paso a paso

El proceso es muy sencillo y rápido. ¡Vamos allá!

1. Prepara la carne

Como mencionamos, corta la carne (ternera o cerdo) en tiras finas o trozos del tamaño de un bocado. Es crucial cortar siempre en dirección perpendicular a las fibras musculares (contra la veta) para romperlas y que la carne resulte más tierna.

2. Mezcla el marinado

En un bol suficientemente grande para que quepa la carne cómodamente, combina la salsa de soja, la salsa de ostras, la pimienta blanca, la maicena y el bicarbonato sódico. Si vas a usar los ingredientes adicionales (vino de arroz y aceite de sésamo), añádelos también en este paso. Mezcla bien con unas varillas pequeñas o un tenedor hasta obtener una pasta homogénea.

3. Incorpora la carne

Añade los trozos de carne al bol con el marinado. Remueve bien, preferiblemente con las manos limpias, asegurándote de que cada trozo de carne quede bien impregnado y cubierto por la mezcla. Masajea un poco para que penetre mejor.

4. Reposo en frío

Tapa el bol con papel film o una tapa hermética. Guarda la carne en la nevera y déjala marinar. El tiempo mínimo recomendado es de 2 horas, pero si puedes dejarla toda la noche (unas 8-12 horas), el resultado será aún mejor. Notarás que la carne adquiere un aspecto más firme y brillante.

Consejos y usos finales

  • Tipo de carne: Esta técnica funciona especialmente bien con cortes de ternera o cerdo que tienden a ser un poco más firmes, como la falda, la aguja o el lomo. Para el pollo, el proceso es similar pero a menudo se omite el bicarbonato y se puede añadir clara de huevo.
  • Cocinado rápido: Una vez marinada, la carne está lista para usar. Es ideal para salteados (stir-fries) a fuego fuerte. La maicena del marinado ayudará a que se dore rápidamente y la salsa se espese ligeramente alrededor de la carne.
  • Versatilidad: Puedes usar esta carne marinada en multitud de platos: salteados con verduras, noodles, arroz frito, o como base para guisos rápidos.
  • No satures de sabor: Como ves, el marinado base no tiene un sabor excesivamente potente, lo que permite que luego integres la carne en recetas con sus propias salsas y condimentos sin que estos se vean eclipsados.

Con esta sencilla técnica, dirás adiós a la carne dura en tus platos de inspiración asiática. ¡Anímate a probarla y notarás la diferencia!